En mayor o menor medida todos hemos oído hablar en los últimos años de la huella de carbono, pero ¿realmente conoces el alcance de este concepto y cómo está vinculado con el cambio climático?
Diariamente escuchamos los efectos de la influencia que nuestra actividad humana tiene sobre el clima, y de cómo éste está cambiando cada vez más notablemente.
Nuestras emisiones desmedidas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, originadas mayoritariamente por el uso de combustibles fósiles asociadas a nuestro modelo de consumo energético, son las responsables de este actual y progresivo recalentamiento de la Tierra.
Este calentamiento global está derivando en fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, la acidificación y calentamiento de nuestros océanos, y la derivada desertificación progresiva y pérdida de nuestra biodiversidad que estamos acusando cada vez más significativamente.
Este paradigma actual en el que nos encontramos supone un gran reto no sólo para nuestro desarrollo social y económico, sino para la propia supervivencia de nuestra especie.
Por suerte disponemos de tecnología y herramientas para poder mitigar los efectos del calentamiento global, y los avances en este campo están siendo muy significativos en los últimos años debido a la concienciación, cada vez mayor, en la necesidad de actuar ante esta situación.
LO QUE NO SE MIDE, NO SE PUEDE MEJORAR.
Para poder mitigar de manera efectiva los efectos de este calentamiento global debemos, primero, conocer cómo estamos influyendo sobre él.
Todas nuestras actividades consumen energía y, por tanto, influyen en mayor o menor medida sobre el calentamiento global. La huella de carbono nos permite conocer en qué cantidad y forma lo hacen.
La huella de carbono es la herramienta estandarizada globalmente que nos permite medir este impacto sobre el calentamiento global y poder, una vez conociéndolo, establecer medidas efectivas de reducción y compensación de este impacto.
En Carbono Gestión nuestro principal objetivo es ayudar a las organizaciones a mitigar el impacto derivado de su desarrollo empresarial de una manera efectiva y adaptada a las necesidades de cada organización.
Para poder conocer mejor los detalles de cómo es este proceso aplicado al sector empresarial, os dejamos a continuación la entrevista que tuvimos el placer de realizar para el blog de El Bien Social, de la mano de Guillem Bargalló, donde encontrarás también algunos ejemplos de buenas prácticas generales asociadas a la reducción de emisiones en este ámbito.