
En la Sierra Norte de Madrid, el Embalse del Atazar y su Mancomunidad están impulsando un cambio de rumbo: avanzar hacia un turismo que cuide del entorno y aporte valor real a la comunidad local. No se trata solo de atraer visitantes, sino de hacerlo de una manera más responsable, con un modelo alineado con la sostenibilidad y los retos del cambio climático.
El Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) marca la hoja de ruta de esta transformación. Su objetivo: construir un turismo rural que respete la naturaleza, refuerce la identidad del territorio y mejore la calidad de vida de quienes lo habitan.
Un Plan de Sostenibilidad Turística en Destino es una herramienta estatal y autonómica que busca transformar el modelo turístico, haciéndolo más respetuoso con el entorno, más competitivo y alineado con los valores locales. En la Mancomunidad del Embalse del Atazar, este plan fue impulsado en 2022, con la colaboración del Ministerio de Industria y Turismo, la Comunidad de Madrid y la propia Mancomunidad. Su objetivo es avanzar hacia un turismo rural responsable, que reduzca impactos ambientales y refuerce la identidad y la economía del territorio.

Encuentros para repensar el turismo.
Una de las acciones destacadas dentro de este plan son sus jornadas de divulgación, puestas en marcha por la Mancomunidad, y concebidas como espacios para compartir experiencias, reflexionar sobre el presente del destino y buscar soluciones prácticas.
El pasado 27 de junio, el Centro Cultural de El Berrueco acogió la jornada “Trabajando por un turismo responsable. Soluciones sostenibles e innovadoras”. Allí, representantes de ayuntamientos, empresas, asociaciones y ciudadanía se reunieron para conocer la estrategia de sostenibilidad de la Mancomunidad, intercambiar aprendizajes y debatir sobre cómo avanzar hacia un turismo más respetuoso y coherente con los valores del entorno rural.
Más allá de ser un espacio de encuentro, este evento fue concebido como un laboratorio vivo de buenas prácticas, en el que se mostraron soluciones llevadas a cabo que puedan inspirar a otros destinos en transición hacia la sostenibilidad.

La huella de carbono como herramienta de aprendizaje.
En Carbono Gestión tuvimos el placer de colaborar con la Mancomunidad en esta iniciativa, realizando la medición de la huella de carbono de la jornada como ejercicio piloto dentro de la estrategia de descarbonización del destino.
El análisis permitió identificar las emisiones generadas por aspectos como la movilidad del encuentro, la logística o el uso de recursos. Esta información resulta clave para orientar futuras decisiones, no solo en eventos similares, sino también en otras actividades vinculadas al plan. De este modo, se abren oportunidades para reducir emisiones de forma efectiva, avanzar en la descarbonización progresiva y consolidar la mejora continua de la sostenibilidad del destino.
Asimismo, con el fin de mitigar el impacto que aún no se ha podido reducir, resultado de la huella de carbono de esta jornada, la Mancomunidad ha compensado las emisiones residuales originadas, a través de la plantación de árboles en Robledillo de la Jara, en plena Sierra Norte, a través del Bosque Carbono Gestión.
Este es un proyecto de reforestación activo, que tiene como objetivo recuperar el ecosistema en un entorno degradado por la ganadería intensiva, contribuyendo a restaurar suelos, incrementar la biodiversidad y recuperar sus funciones ecológicas esenciales. De esta manera, la acción no solo mitiga el impacto climático de esta jornada, sino que genera beneficios directos para el territorio, mostrando cómo la sostenibilidad puede traducirse en resultados tangibles para el entorno natural y la comunidad local.

Durante la jornada, desde Carbono Gestión también tuvimos el placer de poder compartir experiencias y herramientas concretas para la reducción efectiva de emisiones, mostrando cómo distintas organizaciones e instituciones del ámbito turístico han logrado integrar la gestión de la huella de carbono en su planificación y operación para la mejora de su sostenibilidad.
Más allá de ejemplos teóricos, la idea fue inspirar a los participantes a identificar oportunidades en su propio entorno, generando con ellas el menor impacto ambiental posible, y el mayor impacto positivo en el territorio.
Territorios hacia un turismo más responsable.
El caso del Embalse del Atazar, la visión y la determinación de la Mancomunidad al situar la sostenibilidad en el centro de su estrategia, pone de manifiesto cómo un territorio puede tomar decisiones firmes para transformar su modelo turístico.

Esta transformación es una oportunidad para reforzar la identidad del territorio y generar impactos positivos concretos. Cada acción local puede transformar la experiencia turística, haciendo que visitantes y comunidad se beneficien de un entorno más protegido y sostenible.
Así, la transición hacia un modelo de turismo consciente se convierte en un proceso colectivo, práctico y cercano, en el que todos los actores del territorio tienen un papel activo.
Si quieres que tu proyecto también se convierta en ejemplo de sostenibilidad, contáctanos en info@carbonogestion.es y diseñemos juntos la hoja de ruta hacia un futuro bajo en carbono.
#Actúa. Cada acción cuenta🤲🌍